Por Rodrigo Carazo Odio
En el Congreso de Estados Unidos de Am�rica, una persona hizo la diferencia, todos los dem�s dijeron No al TLC. Se dio as� la diferencia m�s reducida posible. Desde que esto ocurri� hace varios meses, le pusieron la punter�a a Costa Rica, �nico de los siete pa�ses del TLC que no lo ha ratificado. �Costa Rica desea seguir libre e independiente! La oposici�n ha hecho imposible esa ratificaci�n� Queremos ser amigos de E.U.A. pero no ser su propiedad.
De nada han servido las visitas de diputados y senadores del norte a este nuestro patio� de nada. Tampoco les han servido las presiones de embajadores y de otros personajes tra�dos, por los empujadores de all� y los vendedores de pa�ses de all� y de ac�. Por qu� tanta presi�n. Por el hecho de que el Istmo Centroamericano es de gran importancia para E.U.A. y el abrirnos una m�nima proporci�n de sus campos no es nada a cambio de dominar nuestros campos, el campo para sus inversiones, nuestro ICE, nuestro INS y los mercados de medicinas y productos agropecuarios de marca entre muchas otras cosas incluyendo las aguas oce�nicas y territoriales.
Entre las razones que seguimos teniendo para decir NO al TLC, aparte de aquella fundamental de no querer ser un Santa Ana mexicano y s� un Mora costarricense, est�n las l�gicas y simples: el TLC que fue aprobado por un solo voto, puede ser cambiado f�cilmente seg�n el resultado electoral de noviembre en los Estados Unidos de Am�rica.
Lo l�gico, lo inteligente, es llevarla suave y esperar el resultado electoral dentro de tres meses. Ya tenemos experiencias electorales que nos dicen mucho. En Costa Rica nadie sabe �por seguro� quien sac� m�s votos para ser electo Presidente de la Rep�blica; en M�xico se sigue pidiendo que se cuenten bien los votos (uno por uno, dicen). En los E.U.A., hace pocos a�os dejaron de contar las papeletas antes de que se supiera quien hab�a sido el candidato realmente elegido.
La l�gica, nos debe hacer pensar en que el TLC podr�a ser cambiado y que a Costa Rica nada le pasara por haber esperado estos meses, lo cual dejar�a igual y sin sobresaltos la Iniciativa de la Cuenca le Caribe y m�s bien que seamos el medio para que se negocie un buen tratado, que logremos cambiar el TLC de manera que fuese m�s f�cil modificarlo que variar las piedras de los Diez Mandamientos.
No soy adivino, ni mago, ni iluso, pero los a�os me han dado la paciencia para saber esperar tres meses y saber qu� pasa. Para decirle a los diputados de Costa Rica que no se apuren en vano, que tambi�n tengamos paciencia� decirles que un voto no es nada y que noventa d�as son solamente los mismos que han transcurrido desde que sali� don Abel y que como sabemos, todo sigue igual, nada ha pasado. Decirle a nuestros diputados que se fijen bien puesto que el gobierno de Bush est� perdiendo apoyo y que podr�a resultar que los votos en el congreso no le alcancen.
Columnista huésped | 21 de Agosto 2006
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