� Como ciudadanos debemos conocer el verdadero fondo de las decisiones
Por Erick Scharf
No cuestiono el derecho soberano del Estado de Costa Rica de trasladar la ubicaci�n de su embajada de Jerusal�n a Tel-Aviv. Aunque no lo comparto, como ciudadano de un Estado de derecho debo respetar esa disposici�n.
Sin embargo, cuestiono los argumentos de fondo presentados por el Poder Ejecutivo para justificar el traslado, as� como el momento inoportuno en que fue decidido. Seg�n se expuso, la ubicaci�n de nuestra embajada en Jerusal�n “nos priva de casi cualquier forma de amistad con el mundo �rabe”, e implica un incumplimiento de obligaciones internacionales, por lo que el traslado es “una muestra del respeto a las resoluciones de las Naciones Unidas”. Estas justificaciones no corresponden a la realidad.
Si bien es cierto que las relaciones entre Costa Rica y los pa�ses �rabes se distanciaron en los a�os ochenta, la informaci�n de nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores demuestra que esa situaci�n es muy distinta hoy en d�a. Veamos unos ejemplos:
� Costa Rica mantiene relaciones formales o tiene representaci�n consular o diplom�tica con siete pa�ses �rabes (Marruecos, Qatar, Argelia, Jordania, L�bano, Autoridad Palestina y T�nez).
� En los �ltimos a�os, Costa Rica ha suscrito acuerdos de cooperaci�n o ha mantenido reuniones oficiales con representantes de siete pa�ses �rabes (Kuwait, Autoridad Palestina, Rep�blica �rabe de Sahara Democr�tica, Arabia Saudita, Emiratos �rabes Unidos, Marruecos y Quatar).
� La Autoridad Palestina aprob� la apertura en Gaza de una oficina de enlace de Costa Rica, que no se ha abierto por razones presupuestarias.
� Los pa�ses �rabes tienen poca representaci�n diplom�tica y consular en la regi�n, lo que demuestra que el aparente distanciamiento no es solo con Costa Rica, sino que con el resto de Centroam�rica y Panam�.
� La poca relaci�n entre Costa Rica y algunos pa�ses �rabes tambi�n se debe a que Costa Rica no comparte con ellos principios sobre democracia y respeto a los derechos humanos.
En materia comercial y de conformidad con estad�sticas de Comex, desde 1995 Costa Rica ha mantenido intercambio comercial con 19 pa�ses �rabes (Arabia Saudita, Argelia, Bahrein, Egipto, Emiratos �rabes Unidos, Jordania, Kuwait, L�bano, Libia, Marruecos, Om�n, Autoridad Palestina, Qatar, Sahara, Siria, Somalia, Sud�n, T�nez y Yemen). En casi todos los a�os, fue mayor el monto de lo que exportamos que lo que importamos de esos pa�ses.
En materia de petr�leo, Recope afirma que no se importa petr�leo de pa�ses �rabes por razones log�sticas, calidad y costos de transporte. De hecho, solo un 1,5% del petr�leo de los pa�ses �rabes es exportado al continente americano (excluyendo exportaciones a Estados Unidos).
Por otro lado, Costa Rica no incumpl�a obligaciones internacionales al mantener su embajada en Jerusal�n por las siguientes razones:
� La resoluci�n 478 del Consejo de Seguridad hizo un “llamamiento” -no una orden- para retirar las represtaciones diplom�ticas de la “Ciudad Santa”. Esta resoluci�n no es vinculante en los t�rminos del cap�tulo VII de la Carta de la ONU. Por eso, la ONU nunca denunci� a Costa Rica por el supuesto incumplimiento.
� La embajada de Costa Rica en Jerusal�n estaba ubicada en la parte occidental de la ciudad, que indiscutiblemente le pertenece a Israel.
� No existe norma ni costumbre en el derecho internacional que requiera el reconocimiento internacional de una capital. Las ciudades capitales se determinan por decisi�n soberana de un Estado.
� Desde 1950 el Estado de Israel fij� en Jerusal�n occidental el despacho de su presidente y primer ministro, su Parlamento, las oficinas de su gobierno y su Corte Suprema de Justicia.
De esta manera, nuestra embajada en Jerusal�n nunca nos priv� de relacionarnos con los pa�ses �rabes ni implic� incumplimiento de obligaciones internacionales. Si bien debemos acatar las decisiones soberanas del Gobierno de Costa Rica, como ciudadanos tambi�n debemos conocer el verdadero fondo de tales decisiones.
(La Naci�n)
Columnista huésped | 26 de Agosto 2006
1 Comentarios
Se trata de respetar los acuerdos de la ONU, de tener respeto por ese organismo. Por qu� eso no lo menciona Ud. en el art�culo?
Hacer lo contrario a la ONU ( o sea, lo que est�bamos haciendo, era lo inadecuado) es lo que era incorrecto.