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Chisporroteos

Alberto F. Cañas | 23 de Agosto 2006

Este columnista se jacta de haber figurado entre los primeros (si es que no fue el primero), en protestar contra ese disparate tan poco tico de variar los feriados para favorecer a unos cuantos hoteleros y cantineros de playa.

Y por m�s patriota que uno sea, se explica que la protesta grande no se hiciera el 11 de abril (primera fecha perjudicada), sino el D�a de la Madre, celebraci�n familiar, no epop�yica, no bulliciosa, sino �ntima, familiar, llena de un hondo sentido afectivo y tradicional (aunque tradicional la est�n convirtiendo en mala palabra), que, por alguna raz�n los legisladores de 1932 la hicieron coincidir con uno de los d�as que la Iglesia Cat�lica dedica a la Virgen Mar�a, sin que nadie se opusiera ni se haya opuesto a tal coincidencia.

Como dijo muy bien el editorial de este peri�dico el lunes, la famosa cantada del largo fin de semana aprovechable, termina en que s�lo lo aprovecha una minor�a de costarricenses: los que pueden pagar los actuales precios de los hoteles con toda su familia.

Lo que ha quedado claro es que hay una lucha sorda (no s� si sorda la lucha o sordo uno de los luchadores) para comercializarlo todo, y que de cada cien proyectos que se mencionan, noventa y nueve a lo que tienden es a aumentarle los ingresos o disminuirle los impuestos a alguien, no exactamente a las clases pobres. El Dios Dinero, o Becerro de Oro como le llamaban lo antiguos, est� terminando por presidir nuestra vida como preside la de algunos otros pa�ses de contextura, tradici�n y etnia diferentes de las nuestras.

Me siento muy satisfecho en lo personal (y no me eximo de proclamarlo aqu�), de que hayan sido los diputados del PAC los que han presentado el proyecto para derogar el famoso desatino, y que Costa Rica vuelva a la tranquilidad, efusividad y significado de sus buenas fechas, que no fueron feriadas para que descansemos sino para que meditemos (aunque la verdad sea que no acostumbramos hacerlo y verg�enza deber�a darnos). Pero Juan Santamar�a, la Anexi�n del Partido de Nicoya, las madres y Crist�bal Col�n merecen algo mejor que dedicar su d�a, por ley, a irnos de vacaciones.

Yo declaro que me adelant� a lo que el lunes declar� una distinguida profesora, y oportunamente comuniqu� a la Universidad donde ense�o (si es que algo ense�o que valga la pena), que no aceptaba cursos los lunes, y logr� pasar el que dictaba ese d�a al viernes. Me han dicho, sin que me conste, que alguna Universidad privada prestigiosa decidi� que los lunes no ser�an d�as lectivos en lo sucesivo.

Muy bien hicieron los guanacastecos en ignorar el dislate legal y hacer su celebraci�n el d�a que le tocaba: el 25 de julio. Con desobediencia civil se hace patria, y fueron ellos los que crearon conciencia nacional suficiente para que el traslado del D�a de la Madre diera al traste con el desprop�sito, y de paso reafirmara la moraleja: son buenas las leyes que los costarricenses inventamos para nuestro propio uso. Y raramente las que copiamos de otros pa�ses de tradiciones, costumbres y objetivos diferentes a los nuestros.

(La Rep�blica)

Alberto F. Cañas | 23 de Agosto 2006

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