Le agradezco a mi buen amigo Germ�n Serrano, el que me haya sacado de un error: la semana pasada le atribu� a la recordada Matilde Mar�n, una c�lebre frase: aquella de �As� hasta yo� cuya verdadera autora fue la igualmente recordada Nin� Chinchilla. Confund� a dos de las mujeres m�s destacadas, honorables e inteligentes que han ocupado curul legislativa.
Este a�o, aunque aparentemente no es p�blico ni notorio, se cumplen 150 a�os de la guerra contra los filibusteros de Walker. Es cierto que la famos�sima e imb�cil ley de que tanto se habla traslad� el festejo del 11 de abril a un lunes, y por supuesto no hubo 11 de abril, ni Juan Santamar�a ni nada.
Y todo ha seguido as�. Aparte de la publicaci�n de libros (en lo que estoy participando desde la EUNED), nada se organiz� y nada se ha proyectado. Algunos pensamos que el sesquicentenario servir�a para inaugurar las estatuas que hacen falta, colocar placas conmemorativas y lo que fuera en ciertos sitios y organizar encuentros, di�logos, programas televisibles sobre esos acontecimientos.
Pero nada de eso se ha visto, y ya algunos malpensados nos hemos puesto a elucubrar si no ser� que las autoridades no quieren quedar mal ni enemistarse con los que negociaron el TLC.
Me he llevado hoy la sorpresa de que uno de los teatros comerciales de San Jos�, el Chaplin, anuncia la presentaci�n de �El Zool�gico de Cristal�, una de las piezas m�s bellas del siglo XX, y de las mejores del gran dramaturgo Tennessee Williams. Ojal� que este ejemplo cunda, que el p�blico teatral de San Jos� vuelva a tener la oportunidad de ver obras teatrales aut�nticas, y que la oferta no siga reducida a charangas vulgares e incomprensibles experimentos minoritarios.
Como que el tirito de gastar una gruesa suma de dinero p�blico en hacerle propaganda al TLC, le va a salir g�ero al gobierno, pues en campa�a electoral no le permiten gastar en publicidad, y si no puede gastar, se frustra el prop�sito de que el Tratado entre a votaci�n en diciembre cuando las universidades est�n cerradas, aunque no lo est� el esp�ritu patri�tico de los universitarios.
No entiendo muy bien el retiro de Jerusal�n de la embajada de Costa Rica. La pol�tica internacional de un pa�s debe basarse en realidades nacionales y en los deseos de la poblaci�n. La de Costa Rica en el Cercano Oriente se ha inspirado en la presencia aqu� de una amplia y apreciada comunidad jud�a, y no en una antigua resoluci�n de la ONU, inspirada por el Papa P�o XII, que ped�a la internacionalizaci�n de Jerusal�n, cosa de la que ya nadie habla. Jerusal�n en poder de Israel, ha estado abierta a todos, y los lugares santos de las tres religiones a la disposici�n de sus fieles, como P�o XII quer�a. No entiendo el empe�o de gobernar a Costa Rica con los ojos y la mente dirigidos, no hacia adentro, hacia el pa�s y sus habitantes, sino hacia fuera, hasta con olvido de las realidades costarricenses, cuando el mismo gobernante, veinte a�os atr�s, mantuvo la embajada donde la recibi�, y nuestras relaciones con Israel no han variado. La comunidad hebrea es una de nuestras m�s claras y m�s queridas realidades. A ella nos debemos.
(La Rep�blica)
Alberto F. Cañas | 26 de Agosto 2006
4 Comentarios
No es lo mismo , don Alberto: ser jud�o que ser israel�. Y tampoco es lo mismo ni es igual ser jud�o que ser sionista. Y el tema no es religioso. Y la resoluci�n de la ONU es otra m�s reciente. Est� Ud. en pol�tica internacional un poco desactualizado don Alberto. Siento dec�rselo, yo que tantas veces estoy de acuerdo con Ud.
Julia, por qu� no nos haces el favor de ilustrarnos sobre las resoluciones vinculantes de la ONU que Costa Rica viola con la embajada en Jerusal�n.
Y si sos vos la equivocada?
Si, podr�a ser que est� equivocada Maril�. Es muy usual que me equivoque.
Pero le� otra cosa en los peri�dicos y otras fuentes, y como no soy experta, transmito ac� algo que tengo a mano, un comentario de un se�or que parece que sabe en Democracia Digital, que la verdad no s� si est� en lo cierto.
Ubaldo Garc�a dice:
Estimados compa�eros y amigos: Cuando el 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General de la Organizaci�n de Naciones Unidas, adopt� la resoluci�n 181.II que decretaba la participaci�n del territorio que bajo mandato ten�a desde 1917 el Imperio Brit�nico y que es justamente el territorio que hoy comparten nuestros amigos israel�es y palestinos, establec�a al mismo tiempo de la partici�n del territorio,la declaratoria de lo que se conoce en Derecho Internacional como “Corpus Separatum” para la ciudad santa de Jesrusalem, otorgandosele a tal efecto a esta ciudad un estatuto Internacional. Lo anterior por cuanto Jerusalem es santuario de profunda devoci�n para las tres religiones monote�stas m�s importantes que hay en el mundo: Juda�smo, Cristianismo (con todas sus derivaciones) y el Islam. Ante tal realidad, lo l�gico hubiese sido que un Estado sin ejercito (tal y como lo ha establecido el presidente Oscar Arias S�nch�z)que debe su profundo respeto y apego al Derecho Internacional, al dialogo y como corolario de ello a las resoluciones de las Organizaciones Internacionales (fuente de derecho Internacional P�blico seg�n el art. 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia)es que guardando un principio de neutralidad, y acatamiento al DIP y las formas de convivencia pac�fica nunca hubiese optado por mantener su Embajada ante nuestro pueblo amigo y hermano como lo es Israel en Jerusalem sino en Tel Aviv. Ha de quedar claro que los amigos en todos los avatares de la vida: tanto entre seres humanos como pueblos o Estados soberanos, adquieren ese calificativo de amistad precisamente en el hecho de respetarse mutuamente sus decisiones y de manera franca, sincera y directa se�alarse las omisiones y/o errores en sus conductas sin que por ello se deje ser amigos. Costa Rica es amiga del pueblo de Israel y lo seguir� siendo, somos en tanto sociedad parte de la tradici�n judeo-cristiana, compartimos los mismos valores y las mismas preocupaciones. Por lo tanto el traslado de la Embajada de Jerusalem a Tel Aviv de modo alguno ha de verse como afrenta contar el noble pueblo jud�o por quien adem�s, compartimos y exaltamos la necesidad que exista como Estado soberano dentro de fronteras seguras y sin amenazas de ning�n tipo. Pero nuestro pa�s en tanto aspire a una universalizaci�n de sus relaciones exteriores no pod�a permitirse m�s tiempo tener su representaci�n diplom�tica en Jerusalem y no en Tel Aviv como la inmensa mayor�a de amigos de Israel.
[enviado: 11/4/2006]
Ya averigu�. Me acaba de llegar un art�culo de El Pa�s de Espa�a, que dice esto:
“Nuestra decisi�n es congruente con el cumplimiento de obligaciones con el Derecho Internacional y resoluciones de Naciones Unidas que durante 24 a�os Costa Rica contravino al mantener su representaci�n en Ciudad Santa”, afirm� Stagno ex embajador en Nueva York. Stagno se refiri� en especial a la resoluci�n 478, de 1980, en la que Naciones Unidas llam� a los Estados a retirar de Jerusal�n sus representaciones ante Israel, dado el car�cter de r�gimen especial internacional de la ciudad. Esa resoluci�n no fue respetada por el entonces presidente Luis Alberto Monge, quien entre sus primeros decretos fij� la embajada en Jerusal�n, motivo suficiente para que la Liga �rabe instara a los pa�ses a reconsiderar sus relaciones con Costa Rica, tal como lo hab�a hecho con El Salvador.