Disminuir tamaño de letraAumentar tamaño de letraImprimir paginaEnviar esta pagina por e-mailAmpliar el ancho de la paginafluid-width

A 100 dias del nuevo gobierno

Columnista huésped | 22 de Agosto 2006

Discurso por televisi�n del presidente de la Comisi�n Pol�tica, Partido Acci�n Ciudadana

Por Otton Solis

Para la buena marcha del pa�s el nuevo gobierno debe contar con tiempo para ordenarse. Por ello le ofrecimos y mantenemos el apoyo a varias de sus ofertas de campa�a. Transcurrido ese espacio, respetuosamente he solicitando al se�or Presidente, que ahora s�, considere nuestras propuestas.

Costa Rica ha otorgado subsidios, exoneraciones fiscales masivas y apoyos institucionales a la inversi�n extranjera. Pero el crecimiento econ�mico sostenido y la reducci�n del desempleo y la pobreza, requieren del desarrollo de las peque�as y medianas empresas costarricenses y de empresas asociativas como las cooperativas. Por ello los subsidios y la atenci�n del estado deben reorientarse hacia ellas.

Creemos en impuestos a las multinacionales que hoy est�n exentas totalmente, a la banca offshore, a los casinos, a los que obtienen jugosas ganancias de la venta de nuestras playas y nuestra naturaleza y al consumo de lujo. Por otra parte, quiero anunciar que mientras prosigan el despilfarro y la corrupci�n, no votaremos un solo impuesto que afecte a los sectores m�s pobres o a la clase media.

Buscamos competitividad, no por medio de un TLC ajeno a nuestras necesidades, tan es as� que es igual al de Nicaragua o Marruecos, sino por medio de propuestas que hemos elaborado a partir de nuestros estudios de la realidad nacional.

Proponemos adem�s medidas encaminadas a hacer m�s eficiente el estado y a reducir la pobreza. Por ejemplo, proponemos que se eliminen las presidencias ejecutivas y la ley 4-3, que el CNP garantice buenos precios al agricultor, que las ayudas sociales se entreguen de acuerdo a las necesidades de las familias y no a su color pol�tico, que se recorten los gastos de campa�a a menos de la mitad, que se acoja el plan de desarrollo tecnol�gico elaborado bajo el liderazgo de Franklin Chang.

Para construir la agenda nacional de desarrollo insto al gobierno a impulsar un amplio di�logo nacional. Ah� deben considerarse estas y otras propuestas que no entro a detallar y las propuestas de todos los otros grupos sociales, empresariales y pol�ticos.

En la democracia actual los gobiernos deben dialogar de manera transparente con las numerosas organizaciones existentes. Ese di�logo hoy adquiere especial relevancia debido al nuevo equilibrio pol�tico. Muchos de nuestros esfuerzos est�n dirigidos a cambiar la calidad de las negociaciones pol�ticas. Hoy es dif�cil armar mayor�as legislativas en oscuras mesas de poder, ofreciendo puestos, partidas espec�ficas u otras prebendas. En ese marco, lejos de intentar desacreditar los logros y visiones de los otros, el gobernante, con respeto y sabidur�a, debe unir, para de ese modo, en paz, poner en marcha el pa�s de todos.

En la Costa Rica de hoy, adem�s de buenos argumentos y di�logo respetuoso, para gobernar bien se necesita, sobre todo, autoridad moral. Esta exige est�ndares �ticos elevados. Urge recuperar la confianza minada por las serias denuncias de corrupci�n de los �ltimos a�os. Por eso, el Presidente, en vez de poner al frente de las prioridades sus condiciones personales de trabajo, como el sitio de su oficina, su salario o su veh�culo, debe tener una actitud que ayude a recuperar la confianza y que sea sensible ante un pueblo cada vez m�s pobre. Un gobierno no debe pedir m�s impuestos si no da muestras contundentes de austeridad.

Pero la posibilidad de rectificar siempre existe. 100 d�as es un tiempo muy corto para llegar a conclusiones.

Costarricenses: est�n siempre seguros que el bien de la Patria es nuestra gu�a.

ARGUMENTOS Y LIDERAZGO

Carta al presidente de la Rep�blica

Por Ott�n Sol�s

El pa�s experimenta serios problemas de pobreza, inseguridad, desempleo y exclusi�n, afectando crecientes sectores de la poblaci�n para los cuales es dif�cil y doloroso esperar m�s tiempo. Por ello el Partido Acci�n Ciudadana desea que su gobierno sea exitoso. Le reitero mi felicitaci�n ya expresada por escrito por la decisi�n de duplicar las pensiones no contributivas, de incrementar las multas a las infracciones de tr�nsito y de promover la producci�n de biocombustibles.

Aunque su administraci�n llega ya a sus primeros 100 d�as y desde hace cinco meses y medio usted sabe que ser�a presidente, es un tiempo muy corto para llegar a conclusiones sobre la calidad del gobierno. Ud. y su equipo anunciaron cambios, pero su focalizaci�n en el TLC y los proyectos fiscales como panaceas y requisitos para todo lo dem�s no difieren de las prioridades del gobierno anterior. Pero, reitero, este es como m�ximo el final del principio y no creo posible ni apropiado dar una valoraci�n sobre su gobierno.

En todo caso, creo que para la buena marcha del pa�s todo nuevo gobierno debe tener la posibilidad de contar con un espacio inicial para ordenarse y poder ejecutar algunos de sus compromisos con el electorado. Por ello nuestro Partido analiz� su programa de gobierno y desde antes de su toma de posesi�n, en la reuni�n en su casa y en la de la familia de don Franklin Chang D�az, le ofrec� nuestro apoyo incondicional a varias de sus ofertas de campa�a. Ello fue ratificado por la diputada Elizabeth Fonseca el 1� de mayo en la instalaci�n de la nueva Asamblea Legislativa. Hoy reafirmo ese compromiso.

Sin embargo, transcurrido este tiempo, respetuosamente, quisiera solicitarle, ahora s�, que considere algunas de nuestras propuestas de desarrollo que requieren del Poder Ejecutivo para ponerlas en pr�ctica. Nuestro objetivo es mejorar la competitividad de la econom�a y reducir la pobreza. Sin entrar en detalles, los principales ejes de trabajo cuyo abordaje nos parece m�s urgente se refieren a la educaci�n p�blica, la ciencia y la tecnolog�a, la productividad del sector p�blico, el d�ficit fiscal, la infraestructura, un plan de desarrollo de largo plazo, la lucha contra la corrupci�n y la consolidaci�n de la paz social. Tambi�n tenemos propuestas concretas en relaci�n con el agro, la gesti�n ambiental, la creaci�n de polos de desarrollo en zonas deprimidas, el fortalecimiento municipal, el descongestionamiento de la Gran �rea Metropolitana, el cooperativismo, las pymes, la seguridad ciudadana y para reducir las discriminaciones. Su gobierno tiene inter�s en muchos de estos temas. Por otra parte, no pretendemos que nuestras propuestas sean acogidas en todos sus extremos. Estas circunstancias presagian acuerdos posibles en los esfuerzos de di�logo nacional que nos parece debe impulsar su gobierno con prontitud.

Para poner en pr�ctica muchas de nuestras propuestas no se requieren erogaciones onerosas ni nuevas leyes. Por ejemplo, para mejorar la productividad del sector p�blico, dentro de otras medidas es necesario eliminar los criterios pol�ticos en los nombramientos de tipo t�cnico a todos los niveles, eliminar las presidencias ejecutivas y la ley del 4-3 y descentralizar una serie de decisiones a las municipalidades, todo lo cual ahorrar�a miles de millones de colones. Para mejorar la calidad de la educaci�n garantizando est�mulos a los educadores relacionados con su calidad, debe eliminarse totalmente la intromisi�n de la pol�tica y la intervenci�n de los diputados en los nombramientos, lo cual tampoco cuesta un cinco ni requiere nuevas leyes. Para ayudar a los peque�os agricultores y empresarios, se puede activar el fondo de cr�dito subsidiado que se cre� con el rompimiento del monopolio bancario, lo cual tampoco significa gasto p�blico adicional.

Se�or Presidente, en la democracia moderna a la par del sistema pol�tico existen numerosas y diversas organizaciones sectoriales y comunales. La posibilidad de ignorarlas, de desacreditarlas o de excluirlas de antemano, no existe. La experiencia tanto en las tiran�as del otrora Bloque Sovi�tico como en varios pa�ses de Am�rica Latina muestran que el costo de hacer a un lado a la sociedad civil puede ser muy alto, tanto para gobiernos dictatoriales como democr�ticos. En estas nuevas circunstancias, el di�logo transparente y sincero del Gobierno con estos actores es de fundamental importancia.

En el caso actual costarricense, ese di�logo reviste una especial relevancia, en vista de eventos preelectorales y de resultados, que no otorgaron el mandato contundente que se requiere para impulsar reformas estructurales. Al Gobierno le quedan como opciones, o administrar de la mejor manera lo existente o, por medio del di�logo con fuerzas pol�ticas y sociales, construir posibilidades de cambio. En ese marco lejos de descalificar o desmerecer los logros, aspiraciones y visiones de los otros, el gobernante debe, con respeto y sabidur�a, construir el concepto de nosotros, para de ese modo, en paz, poner en marcha al pa�s de todos.

Es urgente comprender que con la fuerza pol�tica del PAC, los t�rminos y condiciones de las negociaciones son distintas a las utilizadas en el pasado. Algunas pr�cticas nocivas de la pol�tica tradicional desfallecen y venturosamente quiz�s hasta mueran. Ya no es f�cil convencer o construir acuerdos y armar mayor�as legislativas, ofreciendo puestos o partidas espec�ficas. No existe prebenda alguna que compre al PAC para que apruebe un proyecto de ley que nos parezca inconveniente para el pa�s o para que calle ante una corrupci�n o un abuso.

Para convencer hoy en Costa Rica, el gobernante necesita buenos argumentos y verdadero liderazgo, el cual se construye con la coherencia, el ejemplo, la autoridad moral y el di�logo respetuoso. Es necesario, adem�s, que el gobernante tenga una visi�n de largo plazo adecuada a nuestra historia y a las aspiraciones de los costarricenses. Esa visi�n no puede ser la que se deriva de un TLC que es el mismo para Nicaragua, Filipinas o Colombia. Tampoco existe espacio para mensajes confusos. Cuando en el extranjero el gobernante ataca a los pa�ses ricos porque subsidian su agricultura, pero cuando est� aqu� promueve un TLC que elimina cualquier posibilidad de defendernos de esos subsidios, las dudas afloran. Cuando propone cerrar el CNP, el cual protegi�, garantiz� precios y libr� a los agricultores de los especuladores, las dudas se profundizan. Tambi�n es necesario, cuando el gobernante condiciona todo a nuevos impuestos, que tenga claridad y convicci�n sobre su propuesta. Sorprende que despu�s de varios meses de espera las propuestas de su gobierno se modifiquen a los pocos d�as de anunciadas. El di�logo requiere claridad y sufre con la improvisaci�n.

Asimismo, es necesario que el gobernante dimensione sus prioridades. Ante los enormes retos que enfrenta Costa Rica y la urgencia de recuperar la confianza minada por las serias denuncias de corrupci�n contra algunos presidentes en los �ltimos a�os, nos preocupa que usted, una vez presidente, haya recurrido a empresarios privados an�nimos para financiar parte de los eventos del traspaso de poderes, que haya utilizado cargos del Estado para pagar favores a algunos periodistas cuyo �nico m�rito es haberle ayudado sesgando noticias durante la campa�a o que haya otorgado tanta prioridad al sitio de su oficina, a su salario y al veh�culo en que se moviliza.

Por otra parte, el itinerario de su viaje a Europa, dif�cil de entender en t�rminos de la agenda nacional, revela poca comprensi�n a un pueblo cada vez m�s pobre y poca sensibilidad ante la situaci�n fiscal del pa�s. Para el PAC ese viaje, el regalo de un veh�culo y algunas otras decisiones suyas violan principios elementales. No pretendo imponer nuestros est�ndares, pero, para mejorar la gobernabilidad, es b�sico que exista coherencia entre, por un lado, la urgencia que usted mismo le atribuye a la situaci�n fiscal y, por el otro, su actitud ante los gastos p�blicos que le benefician directamente.

Se�or Presidente, la posibilidad de rectificar esos y otros aspectos siempre se encuentra presente. Siga contando con nuestro apoyo en todo lo bueno que proponga para nuestra patria.

(La Naci�n)

Columnista huésped | 22 de Agosto 2006

0 Comentarios

Publique su Comentario




Recordar mis datos?


Reglas para publicar comentarios: Antes de publicarse, cada comentario ser� revisado por el moderador. Su direcci�n de e-mail no aparecer�.