� �De vez en cuando al visitar el Cementerio General y al llegar a la tumba de don Juanito, pido disculpas por lo que hicieron los antepasados al ordenar tan vil fusilamiento�.
Por Jos� Rafael Flores Alvarado, historiador
Me cay� como anillo al dedo (como dice el refr�n popular), el art�culo publicado en La Prensa Libre por el amigo de luchas don Alfonso Chase el d�a 17 de julio del presente a�o, ante el h�roe de la gesta del 56-57 contra los filibusteros don Juan Rafael Mora Porras (1814-1860).
La haza�a de tan ilustre personaje, me conmueve en la forma en que fue asesinado a las 3:00 pm. del 30 de setiembre de 1860 en Puntarenas.
Al respecto el gran historiador Lic. Carlos Mel�ndez Chaverri nos dice lo siguiente: �Lo lamentable de todos estos acontecimientos fue la repercusi�n que en el exterior tuvo. En general fue mal vista la actitud tomada por el gobierno para con Mora y Ca�as. Muchas gentes que no conoc�an todos los acontecimientos previos que determinaron tal resoluci�n, conoc�an la figura de Mora s�lo a trav�s de los acontecimientos que le destacaron, o sea la lucha contra el filibusterismo.�
Tambi�n en relaci�n con lo anterior, otro destacado historiador don Carlos Monge Alfaro nos dice lo siguiente: �Para no pocos historiadores entre las causas de la ca�da de Juan Rafael Mora hay que citar el pleito en que ven�a metido desde 1847 con Vicente Aguilar, su cu�ado y ex-socio. Aguilar constitu�a un personaje de influencia econ�mica, y desde la oposici�n minaba las bases pol�ticas en que descansaba el poder del presidente.�
Para mi colega historiador, don Jorge Montoya Alvarado, existe otra versi�n sobre la ca�da de Mora, que fue un complot del gobierno norteamericano de la �poca, del gobierno ingl�s y a nivel local tambi�n un complot de la nueva oligarqu�a cafetalera que utilizaron como mampara a los militares Blanco y Salazar, para asestar el golpe de estado.
Tambi�n muy acertado lo que dice el escritor Chase: �Antes y despu�s de su ca�da, de su asesinato, de su fusilamiento por parte de un sector de la oligarqu�a y dentro y fuera, de lazos familiares sacudidos por intrigas y odios, que apenas se conocen, por negocios funestos, existi� el partido Morista, que parece que no ha muerto, pues renace c�clicamente, cuando la patria est� en peligro.� Por esa raz�n me siento uno m�s de los seguidores de Mora.
Aunque el lector no me lo crea, de vez en cuando al visitar el Cementerio General y al llegar a la tumba de don Juanito, pido disculpas por lo que hicieron los antepasados al ordenar tan vil fusilamiento.
Y para cerrar con broche de oro cito a continuaci�n el acta de exhumaci�n de los restos de Mora en poder de los Archivos Nacionales que dice lo siguiente: �A dos pies de profundidad hemos hallado un ata�d en mal estado, sin forro alguno; levantamos la tapa, sacamos los restos que conten�a, cerniendo las arenas contenidas en el mismo ata�d.�
(La Prensa Libbre)
Columnista huésped | 24 de Julio 2006
1 Comentarios
Yo tambi�n “converso” con don Juanito con mucha frecuencia frente a su estatua en el Parque Mora (frente al Correo), porque paso por ah� con frecuencia.
Le pregunto �donde est� su esp�ritu valiente? �donde la dignidad y el amor a la patria? �donde el deseo de defender la soberan�a?
Su vil fusilamiento s�lo puede perdonarse si hoy retomamos su valiente determinaci�n y continuamos su lucha.