No he podido menos que sentirme satisfecho al leer el reciente art�culo de mi colega Carlos Mora, en el que se�al� algo que ya era hora de que alguien se�alara, porque es una de las pocas cosas, entre las que tenemos ahora, que despiertan optimismo.
Se refer�a Mora al clima saludable en que parece estarse moviendo la Asamblea Legislativa, y que atribuye (con mi entusiasta endoso), a la influencia de las mujeres diputadas, ya que las jefaturas de fracci�n est�n en este momento servidas por mujeres. Las mujeres est�n dirigiendo el Poder Legislativo.
Es hora de reconocerlo: la creciente intervenci�n de las mujeres en la pol�tica se ha constituido en un elemento adecentador, en un elemento de pulcritud, honestidad y limpieza en la funci�n p�blica.
En una etapa de corrupci�n tan pavorizante como la que hemos venido sufriendo, las mujeres est�n constituy�ndose en el elemento autom�ticamente moralizador que este pa�s est� pidiendo a gritos. Y la Asamblea Legislativa actual �afortunadamente integrada en su mayor parte por cabezas de papeleta, ya que la profusi�n de partidos impidi� la elecci�n de candidatos de relleno� est� reflejando esa saludable reacci�n nacional que ojal� cunda y lo renueve todo lo m�s pronto que se pueda.
Muchos nos sentimos mejor representados, mejor protegidos, m�s seguros, con un Poder Legislativo dirigido por mujeres, y consideramos que esta circunstancia es un buen augurio y que Costa Rica no est� del todo perdida, ni del todo vendida, ni del todo entregada, ni del todo corrompida.
En estos d�as, mi apreciado amigo Humberto Pacheco se ha referido al PAC como un partido que proclama, estipula, sustenta y propone medidas demag�gicas de izquierda como las que han tra�do dolor y dictadura a los pa�ses.
Confieso que a lo largo de mis seis a�os en el PAC no he podido detectar tal tendencia, que me preocupar�a mucho. Pero tambi�n s� que no soy todo lo perspicaz que quisiera ser, y que a lo mejor el problema que se�ala Humberto Pacheco es cierto y yo no me he dado cuenta de la cueva en que me met�.
Por esa raz�n, y casi en tono de pedirle auxilio, me tomo la libertad de solicitarle muy amigablemente se sirva enumerar y detallar, para mi conocimiento, cu�les son las posiciones y propuestas del PAC que responden a esa demagogia izquierdista que a �l le preocupa o le asusta, sea para procurar modificarlas, o para marcharme del PAC si no lo consigo.
�Qu� opini�n le merece al gobierno la declaraci�n dada a la prensa por un funcionario diplom�tico reci�n nombrado, en el sentido de que acept� el cargo porque necesita dinero?
(La Rep�blica)
Alberto F. Cañas | 15 de Julio 2006
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