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Chisporroteos

Alberto F. Cañas | 3 de Junio 2006

Algunas de las cosas que va haciendo el nuevo gobierno son interesantes y dignas de apoyo. Otras no tanto, y as� vamos.

Por ejemplo, la decisi�n de mantener a Carabagu�az en su puesto de Presidente Ejecutivo de lo que llaman Incofer (que all� en los tiempos de don Bernardo Soto hab�an bautizado como Ferrocarriles de Costa Rica que es m�s claro y preciso, y no hubo raz�n para inventarle un nombre nuevo), es uno de los grandes aciertos nacionales de las �ltimas d�cadas.

Otro acierto parecido es el nombramiento de Guillermo Constenla en el Instituto Nacional de Seguros. Lleva m�s de veinte a�os de estar caracterizado por su energ�a, su intransigencia y su esp�ritu de vigilancia, que lo han convertido en una especie de reloj despertador nacional. Si no hubiese sido por �l, los abusos de Alterra nos habr�an asfixiado. Y en el INS ya comienza a lucirse, y que no ceje. Se trata de limpiarlo, para luego, eso s�, defenderlo, porque no hay ninguna raz�n (salvo el lucro de unos pocos) para que el producto del negocio de seguros, que don Ricardo Jim�nez y don Tom�s Soley G�ell decidieron que se quedara y se invirtiera aqu�, se exporte, pues es obvio que buena falta nos hacen esos fondos. Y que Constenla no desmaye.

La disposici�n de Leonardo Garnier de descentralizar ciertas decisiones y que sean los directores y consejos de profesores de escuelas y colegios quienes las tomen y no, seg�n ven�a sucediendo, el Ministro como si no tuviera otra cosa qu� hacer, es otra muestra de decisi�n saludable.

Ahora bien, no parece conveniente que, al nivel que sea, un plan de impuestos lo est�n negociando con los Libertarios, que al fin y al cabo son el ala derecha m�s extrema del pa�s, y en la Asamblea anterior se esmeraron en aliviar la carga impositiva que Abel Pacheco quer�a poner a los grandes, grandes enormes, sosteniendo la anticuada tesis del impuesto parejo, por encima de la l�gica y justa tesis del impuesto progresivo.

Y debo citar lo que es una mera ocurrencia, esa de querer meter la Casa Presidencial en la acera de enfrente de donde la quisieron meter hace veinte a�os, que no era ni m�s ni menos que la Embajada de M�xico, propuesta la m�s absurda que nuestro pa�s (por no decir M�xico) hubiese conocido hasta entonces. Es un disparate eso de estar jugando �huevos� o �Pedro y Pablo� con los edificios p�blicos. Una vez que un edificio se destina a determinado fin, que all� se quede. Cualquier d�a deciden o proponen instalar un ministerio en el Teatro Nacional porque es muy bonito, o el de Educaci�n en la sede del ICE, o cualquier otra ocurrencia de �sas. Bien est�n las cosas donde est�n y el d�a que de veras alg�n gobierno tenga un proyecto de Centro C�vico en serio, podr� pensarse en reubicaciones. Sobre todo si, como en el caso actual, la v�ctima va a ser la cultura, que desde 1978 es la entenada del gobierno.

Particip� en la comisi�n que la Ministra de Cultura convoc� sobre el asunto, y estuve de acuerdo en la decisi�n que se tom�, de decir que lo que se necesita es un proyecto concreto de centro c�vico. Nos han convocado nuevamente, aunque nuestra decisi�n fue final y as� lo cre�mos, pero desgraciadamente obligaciones m�s serias me impedir�n asistir a la nueva reuni�n a expresar lo que acabo de decir aqu�, y le ruego a la cordial Ministra y estimada pariente m�a, por este medio, que excuse mi inasistencia el pr�ximo lunes.

(La Rep�blica)

Alberto F. Cañas | 3 de Junio 2006

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