Por Hern�n Solano Venegas, [email protected]
Confieso que sobre el Tratado de Libre Comercio, he asumido una posici�n de estudio sobre los pro y los contra del mismo, para finalmente tomar una posici�n al respecto. De partida estoy convencido de que, como naci�n podemos competir en un mundo de libre comercio, donde deben privar reglas claras para la garant�a de un equilibrio justo entre las partes que compiten. Costa Rica desde sus inicios ha sido una naci�n que se consolid� en base al comercio internacional, ejemplo de ello es el caf�, producto que adem�s se convirti� en un medio de producci�n que gener� gran encadenamiento productivo.
Hacia los a�os 40, se present� una gran alianza entre el Partido Comunista con Manuel Mora Valverde, el Presidente Calder�n Guardia y la Iglesia Cat�lica, encabezada por Monse�or Sanabria, evento que hoy los ticos no solo recordamos y alabamos sino que somos beneficiados directos de esa transformaci�n social, que buscaba mayor equidad, donde la persona humana fue el centro de las pol�ticas sociales. No ser�amos el pa�s que somos, si ese momento no se hubiera dado en la historia costarricense.
Desde la llegada al arzobispado de Monse�or Hugo Barrantes, debo confesar mi alegr�a por una posici�n m�s clara y transparente de la Iglesia Cat�lica a favor de mayor equidad y justicia social por el bien com�n. Algunos quieren a los obispos enclaustrados en las cuatro paredes de los templos. Jam�s, tienen un papel de pastores, de orientadores, deben ser la voz de los que no tienen voz. �Habr�a Garant�as Sociales en los a�os 40, si la iglesia se hubiera hecho a un lado? Seguro estoy que estar�amos compitiendo en igualdad de condiciones con nuestros hermanos centroamericanos.
Debemos tener respeto por las posiciones de cada persona, por m�s humilde que sea respecto al TLC, siendo el �nico camino valido el convencer. Sin embargo, tan inaceptable es discutir mediante la violencia y no por los medios democr�ticos, como el acto de querer imponer un criterio, como quiso hacer �scar Arias al pedirle al Papa que intercediera ante los obispos costarricenses. �Acaso no se ufana don �scar de ser alguien que convence antes que imponer? Lo que pas�, es un asunto de muy mal gusto. Un abrazo.
(La Prensa Libre)
Columnista huésped | 28 de Junio 2006
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