Todav�a existen hombres para quienes el �nico lugar que debe ocupar la mujer es en la cocina y atendiendo deberes dom�sticos, como si se tratara de un estigma vitalicio y convencidos que el rol asignado a las mujeres deben llevarlo calladas como un yugo el resto de su existencia. Pero adem�s, calladitas somos m�s bonitas porque si nuestras opiniones discrepan de la sabidur�a masculina: monopolio privado de algunos, entonces el asunto se torna grave.
Para ese tipo de caballeros que ordenan a las mujeres �mejor vuelva a sus recetas�, s�lo les falta cambiarnos delantal por burka, pero antes de llegar a tales extremos, voy a decir algo muy serio: Cocinar es un arte que implica sensibilidad, paciencia, generosidad, creatividad, entusiasmo, aprovechamiento racional de los recursos disponibles, uso cuidadoso de la energ�a el�ctrica o el gas, organizaci�n, mucho aseo y orden, pero sobre todo mucho amor para llevar a la mesa buena comida. Este �ltimo componente nunca puede faltar.
Se imagina usted, amable lector �d�nde habr�a llegado la humanidad si todos los seres humanos aplicaran en sus labores diarias tan s�lo la sensibilidad y el amor que las cocineras ponemos a nuestra labor? �Y qu� decir si toda la gente al trabajar atendiera a los dem�s con paciencia, generosidad, creatividad y entusiasmo!
Si adem�s, todos los que trabajamos fuera de la casa nos preocup�ramos de hacer un uso racional de los recursos disponibles: dej�ramos el carro en casa para gastar menos combustibles, us�ramos m�s el transporte p�blico, apag�ramos las luces que no estamos ocupando �no andar�a un poco mejor el planeta?
Finalmente si trabaj�ramos con mayor organizaci�n, limpieza y aseo, quiz�s las calles no estar�an tan sucias, las aguas de los r�os ser�an transparentes y limpias, el aire ser�a grato de respirar y el mundo un lugar m�s seguro y mejor para vivir.
En realidad nunca me ha molestado que �me manden a la cocina� y m�s bien llevo conmigo a mis hijos y amigos a la cocina, porque la disfruto plenamente, pero adem�s me encanta compartir recetas y sus �secretos� porque vivo oponi�ndome a los abusivos y ego�stas derechos de propiedad intelectual que limitan el progreso humano.
Precisamente mientras escribo estas l�neas se me antoj� una cena griega, que no requiere ingredientes raros o sofisticados. �Qu� tal una sopa de lentejas, ensalada en pan pita, moussak� de berenjena, chuletas con romero y alg�n postre con miel o yogurt?
S�, eso voy a hacer y llamar� unos buenos amigos que vengan a compartir la mesa conmigo y con mi familia.
Olvidaba un detalle important�simo: �la intolerancia, el racismo, la violencia, los nazis y la xenofobia tampoco caben en la cocina!
Flora Fernández | 21 de Mayo 2006
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