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Solo los r�os no se devuelven

Anacristina Rossi | 4 de Abril 2006

El Ministerio del Ambiente se al�a con los poderosos y hace la vista gorda ante la destrucci�n

En Costa Rica, defender la naturaleza es una tarea tit�nica en la que los ecologistas casi siempre llevamos las de perder. Hay luchas que lamentablemente fracasan por el poder de empresarios inescrupulosos y la indiferencia o complacencia de las autoridades. Conforme el pa�s se abre m�s al “libre mercado”, entramos en una pelea desigual en los tribunales, donde los grandes intereses tienen dinero para todo y a los defensores de la naturaleza con costo les alcanza para el abogado. Como pruebas en mano denuncia don Alcides Parajeles, campesino ecologista de la pen�nsula de Osa, el Ministerio del Ambiente termina ali�ndose con los poderosos y haciendo la vista gorda ante la destrucci�n.

En esta realidad dif�cil, el cap�tulo 17 del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, o Cap�tulo Ambiental, es preocupante. Primero porque aparentemente reduce nuestra legislaci�n ambiental a tres �mbitos: a) contaminantes ambientales; b) sustancias ambientalmente t�xicas; c) protecci�n o conservaci�n de flora y fauna silvestre. Podr�a creerse que el p�rrafo c) permitir�a abarcar parte importante de nuestra legislaci�n, pero no. El art�culo 17.13 dice: “Para mayor certeza ‘legislaci�n ambiental’ no incluye ninguna ley ni regulaci�n o disposici�n de los mismos cuyo prop�sito principal sea la administraci�n de la recolecci�n o explotaci�n comercial de recursos naturales”. O sea, quedar�an excluidas, en parte o del todo, no lo sabemos, la Ley de Biodiversidad, la Ley Forestal, la Ley de Aguas, la de suelos y qui�n sabe cu�ntas m�s.

En segundo lugar, si ya denunciar la destrucci�n y lograr que se procese a los culpables y se los sancione es dif�cil, y lograr la reparaci�n del da�o pr�cticamente imposible, con las empresas que se acojan al TLC parece que ser� a�n mucho peor. En efecto, si seg�n dicho tratado se aplicaran normalmente los procesos de denuncia, �por qu� habr�a que explicar -como lo hace el art�culo 17.3 p�rrafos b) y c)- que las partes “tendr�n derecho de apoyar o defender sus posiciones respectivas incluyendo la presentaci�n de informaci�n o pruebas” y que “cada Parte establecer� sanciones y reparaciones apropiadas y efectivas por las infracciones de su legislaci�n ambiental”? Y �por qu�, si dentro del TLC se siguieran los procesos normales de denuncia, habr�a que establecer, como lo hace tediosamente el cap�tulo 17, complicad�simos mecanismos y procedimientos que solamente desembocan en declaraciones de buenas intenciones y recomendaciones aparentemente sin efecto vinculante?

En tercer lugar, el paso ocho del cap�tulo 17.10 dice que “ninguna Parte podr� recurrir al procedimiento de soluci�n de controversias por ning�n asunto que surja de conformidad con lo dispuesto en este Cap�tulo salvo respecto al Art�culo 17.2 (1) (a)”. Dicho art�culo se refiere a las infracciones ambientales que est�n afectando “el comercio entre las Partes”. A mi leal saber y entender, esto significa que ser�n los empresarios y los inversionistas los que podr�n recurrir a los costosos arbitrajes internacionales. Porque es f�cil ver que los da�os ambientales afectan el paisaje, la belleza, la biodiversidad, el aire, el agua, los derechos de las sucesivas generaciones a disfrutar de un ambiente sano; pero, en cambio, cuesta imaginar un da�o a la naturaleza que afecte directamente “el comercio entre las Partes”.

Si ahora mismo cada vez que intentamos defender un h�bitat, los empresarios nos acusan de oponernos al progreso, es f�cil prever que dicha disposici�n permitir� a los inversionistas acusar a los ecologistas de afectar el comercio y llevar al pa�s a costosos arbitrajes cada vez que sus intereses se vean amenazados. Esto har� pr�cticamente imposible la defensa del ambiente.

Por lo tanto, si queremos proteger la riqueza ecol�gica, el cap�tulo 17 del TLC debe ser modificado o eliminado. Solo los r�os no se devuelven. Y, para mayor salvaguarda, se deben aprobar las Garant�as Ambientales.

(La Naci�n)

Anacristina Rossi | 4 de Abril 2006

2 Comentarios

* #249 el 4 de Abril 2006 a las 09:26 AM Julia Ard�n dijo:

Excelente planteamiento. Esta semana hemos recibido alertas del Consejo Universitario, de la Defensor�a de los Habitantes, de la Junta Directiva del ICE, y ahora esto. No se trata de negarse porque no. Se trata de reconocer: 1-Que nunca debimos aceptar ser parte del TLC Centroam�rica-EE.UU, que deber�amos haber hecho como Panam�: negociar bilaterlamente. Porque los pobres hermanos pueblos centroamericanos no tienen tanto como nosotros que perder. Somos distintos, hemos tenido historias distintas y construcciones de sociedad distintas…y por eso tenemos peculiaridades dignas de tomar en cuenta y que nos dan m�s chance para proponer algo m�s equitativo. 2-Que valdr�a la pena dejar los apasionamientos y hacer un gran debate nacional sobre el tema, que incluya e involucre m�s activamente a m�s sectores. 3-Que la gran prensa cumpla su papel informativo y formativo y evite estar arengando y manipulando, porque eso s�lo puede generar mayor polarizaci�n, argumentos para que gente violenta se ense�oree y para que la discusi�n se anule y entre en juego la confrontaci�n.

Es un asunto de madurez pol�tica, serenidad y responsabilidad que tenemos entre manos.

* #505 el 22 de Julio 2006 a las 03:49 PM Sergio Arguedas dijo:

Primero que todo, mis respetos para usted, se�ora Anacristina Rossi, por su lucha en defensa del medio ambiente, esa lucha ecologista incre�blemente impregnada de valent�a, nos llama a la reflexi�n, y nos pone en sobreaviso, de una de las “vertientes” de ese r�o de corrupci�n en nuestro pa�s como el caso de la venta de terrenos, que en muchos de los casos los empresarios construyen sus hoteles sin importarles el significativo da�o ecol�gico que est�n causando, y claro est� con la complicidad de unos cuantos inescr�pulosos, segados por la ambisi�n y unas cuantas dadivas. El problema radica en la falta de valores y de amor profundo por nuestro maravilloso e incomparablemente hermoso pa�s, otra causa es cuando empresarios se meten a pol�ticos o tienen fuertes v�nculos con pol�ticos, ese es el resultado.

Referente al TLC de EEUU con Centroam�rica y R�publica Dominicana, no se puede esperar que beneficie al pueblo, solo beneficiar� a los grupos de poder econ�mico de nuestra querida Costa Rica, recordemos que EEUU no solo invade con tanques, aviones y misiles de alta tecnolog�a, sino que tambi�n con sus Trasnacionales. Y sin duda alguna, hay muchos vende patrias en nuestro pa�s, fieles servidores del Imperio Yanqui. La lucha ser� fuerte y estoy seguro que los vende patrias lo saben, no al TLC, no a este TLC, que arrastrar� al pueblo a lo m�s hondo de la pobreza.

Agradezco a Tribuna Democr�tica, por permitirme participar con este comentario.

Y mi admiraci�n por la se�ora Anacritina Rossi por su lucha ecologista. Dios la bendiga!!

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