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El ocaso de un partido

Columnista huésped | 26 de Abril 2006

Por Germ�n Serrano Pinto

Los partidos pol�ticos son instrumentos creados por los pueblos para la participaci�n en el ejercicio de la Democracia. Si no cumplen su cometido o se desv�an de su fin primordial, la desconfianza enferma a la Democracia y se contaminan los sanos prop�sitos de su creaci�n, entre ellos el quehacer de las instituciones electorales. En los �ltimos tiempos ese fen�meno se ha presentado con fuerza en nuestro pa�s, acompa�ado de s�ntomas de corrupci�n galopante, que amerita un examen de lo ocurrido en la �ltima campa�a en el PUSC, que poco se diferencia de su hom�logo PLN. Lo llamaremos �el ocaso de un Partido�; o sin eufemismos: �el Partido Unidad y las causas de su aparatosa ca�da�. Para su examen, un grupo de dirigentes pol�ticos fuimos convocados por analistas internacionales y expuse ideas, acogidas por los presentes, que tratan de explicar el por qu� del fracaso o poco apoyo recibido.

El problema m�s grave que surge antes del proceso electoral es el cuestionamiento judicial de tres expresidentes de la Rep�blica, uno de ellos del Partido Liberaci�n, por hechos graves que en estrados a�n no se aclaran; tampoco existe enjuiciamiento o sentencia condenatoria en su contra, lo que presume su inocencia, aunque la duda los ofenda; ni excusa por el trato degradante que sufrieron al ser detenidos con la fanfarria aplicable a los peores delincuentes y enviados dos de ellos a prisi�n preventiva. Otros altos funcionarios tambi�n fueron cuestionados por manejo irregular de fondos p�blicos. Y el Presidente de la Rep�blica Abel Pacheco en entredicho por el origen de fondos de su campa�a (dinero procedente de Taiw�n) y las cuentas paralelas. Todo sin que el Comit� de �tica del PUSC actuara en consonancia con la gravedad del problema, aduciendo renuncias. Pero, �qui�n pudo creer en renuncias verdaderas si los renunciantes hacen gala de su militancia y de alguna manera participan en campa�a?

En la acci�n partidaria encontramos dirigentes enquistados en su c�pula para no perder espacio pol�tico. Ahora ofrecen su renuncia, obtenido el bot�n y siendo ya irreparable el da�o ocasionado. Designaci�n de Diputados por inter�s personal sin importar la representaci�n regional, sectorial, o el car�cter nacional de los primeros puestos. Para seleccionar al candidato a la Presidencia no se tom� en cuenta experiencia, madurez ni preparaci�n acad�mica. Y se acept�, sin dar importancia a la se�al que se daba, auspiciar a un incondicional del Presidente, en momentos en que su labor era altamente cuestionada, con m�s raz�n que sin ella.

Tampoco olvidemos los problemas ideol�gicos y de identidad de los partidos. Herederos del socialismo cristiano de Rafael �ngel Calder�n Guardia, se inclinaron interesadamente a la derecha hasta compartir con los neoliberales recalcitrantes, pretendiendo cambiar la concepci�n Estado Social de Derecho por Estado Liberal de Mercado, abandonando los elementos �social�, �solidario� y �bien com�n�, por sociedad regida por el mercado salvaje y libre empresa, seguidores de las teor�as de rebalse y goteo, de forma que el libre mercado producir� tanta riqueza que su desborde beneficiar� a los de abajo m�s pobres �Alguien lo ha visto? Algo parecido sucedi� en la socialdemocracia con su Estado Empresario. La acci�n de ambos partidos, inclinados a la derecha y el Presidente Pacheco compartiendo el Gobierno con connotados l�deres del PLN, revel� la existencia de conexiones no muy claras que el pueblo jocosamente llam� coalici�n PLUSC. Arias entendi� al final de la campa�a que se estaba produciendo una polarizaci�n entre ricos y pobres, corrigi� el rumbo hablando de los m�s necesitados y de eventual renegociaci�n del TLC, aunque muy r�pido se quit� de lo �ltimo.

El TLC con Estados Unidos era otro problema pol�tico inmediato. Apoyado por la mitad de los ciudadanos, lo combate la otra mitad. Arias, abanderado de los empresarios, se situ� firme en aquella posici�n, en tanto el candidato del PUSC variaba su criterio. Sol�s asumi� la posici�n inteligente: �no al TLC que provoca perjuicios, s� a su renegociaci�n�. As� la divisi�n de fuerzas fue liderada en sus extremos por Oscar Arias y Ot�n Sol�s, quit�ndole este �ltimo al PUSC la bandera de posici�n moderada que siempre hab�a ostentado.

Ninguna de las causas oper� sola. El PUSC cay� estrepitosamente por el peso de todas ellas �Podr� levantarse? Si emerge una dirigencia que haga lo contrario de la actual, pero nunca es f�cil aceptar errores cuando hay de por medio un compadraje.

Aprovecho el presente comentario para responder a tantos ciudadanos que diariamente me preguntan por qu� no levant� yo la bandera del socialcristianismo en la pasada campa�a electoral. En estas l�neas encuentran la respuesta.

Columnista huésped | 26 de Abril 2006

1 Comentarios

* #306 el 27 de Abril 2006 a las 07:41 AM Flora Fern�ndez dijo:

Excelente comentario! pero… �quien va a aprender del mismo?

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