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�De pie, Costa Rica! �No al TLC!

Columnista huésped | 13 de Abril 2006

Si no se puede modificar antes de aprobarlo, �cu�ndo se arreglar�a algo si no sirve?

Por Rolando Araya Monge, ingeniero

Don �scar Arias dijo recientemente que era “m�s dif�cil cambiar los Diez Mandamientos que modificar el TLC”. Hasta hizo una propuesta “en broma” a Ott�n Sol�s para que viajara a convencer a los norteamericanos sobre una renegociaci�n, con el sue�o de liquidar la oposici�n al TLC. Luego apareci�, como compadre hablado, una carta del representante comercial de los Estados Unidos, en la cual este reitera el rechazo de la falsa renegociaci�n. Ya esta torpe maniobra delata una burla al pueblo.

Don �scar Arias no parece haber asimilado el imprevisto resultado que lo tuvo en ascuas durante semanas. Con una posici�n contraria al TLC habr�a sacado una votaci�n mucho m�s alta.

Ante la cuesti�n de los Diez Mandamientos: a confesi�n de parte, relevo de pruebas. El car�cter irrevocable y la sujeci�n a perpetuidad del TLC son parte de los argumentos en contra. Podremos cambiar las leyes, y hasta reformar toda la Constituci�n Pol�tica, si a bien lo tiene el pueblo, pero nunca tocar las normas del TLC. Se escribir�n en piedra. Ahora, lo ratifica el propio don �scar Arias, ni los Diez Mandamientos son tan firmes. �Y si ni siquiera puede alterarse antes de aprobarlo, cu�ndo podr�a arreglarse algo si no sirviera?

Se imponen condiciones que nos sujetan totalmente con enormes poderes econ�micos. Wall Mart adquiri� la mayor red comercial del pa�s y esta empresa se puede tragar a Costa Rica entera sin siquiera masticar. En eso andan las transnacionales farmac�uticas que financian la campa�a Por Costa Rica.

A esas empresas no les importan nuestras posiciones en torno a los agricultores, a los empresarios locales, al bienestar social ni nada de lo que hizo posible la democracia con m�s cohesi�n social en la regi�n. Solo asocian la palabra “�tica” con ganancias, con lucro.

La paz, el ambiente, los pobres, la salud, nada de eso cuenta para ellas. Son gigantes insaciables e inconscientes; son la principal causa de esta distribuci�n inmoral e ineficiente del poder y la riqueza en el mundo, el mayor peligro para la libertad misma. �C�mo entonces, amarrarnos inermes con esas fieras voraces?

Esas mismas ataduras nos ligan transversalmente, con el resto de los pa�ses de Centroam�rica.

Si es m�s f�cil modificar los Diez Mandamientos, y si se establece un orden jur�dico para siempre y para toda la regi�n, �no significa esto volver a la Federaci�n Centroamericana?

Castro Madriz, al ver la inconveniencia de depender de pa�ses dominados por f�rreas oligarqu�as, en guerras permanentes, pudo proclamar la Rep�blica. Ni eso ser�a posible ahora por las millonarias demandas de unos y otros en tribunales internacionales en caso de intentar la salida. �Regresamos a 1848?

Costa Rica es uno de los pa�ses m�s abiertos de Latinoam�rica; avanzamos en relaciones comerciales con todo el mundo a trav�s de la OMC; estamos negociando otros tratados y tenemos ventajas econ�micas. �Por qu� raz�n no podemos rechazar este TLC, mal negociado a puerta cerrada, y plantear una negociaci�n bilateral y transparente, como hace Panam�? Eso es posible, �o acaso pensamos que Costa Rica es inferior a Panam�?

De todos modos, la idea de quedarnos aislados es solo un truco para amedrentar. Ah� est� la Iniciativa de la Cuenca del Caribe, que nos dio acceso casi total al mercado norteamericano. La amenaza de su derogatoria la hacen funcionarios que no tendr�n tanto poder despu�s de las elecciones parlamentarias de este a�o en Estados Unidos.

Costa Rica se ha labrado camino gracias a las cualidades de su pueblo, a las riquezas naturales y las bellezas con que Dios bendijo esta tierra.

Una de sus mayores fortalezas son las peque�as y medianas empresas agr�colas, industriales y comerciales, que no podr�n competir con esos monopolios.

No es cierto lo que dicen: en lugar de ganar empleos, habr� una p�rdida real de empleos y cierre de empresas. Todo esto, en funci�n de ideas que las potencias solo exigen a los dem�s.

�Por qu�, si los suizos, los franceses y los propios norteamericanos protegen a sus agricultores, nosotros no solo no podemos, sino que tambi�n debemos entregar gratis nuestros mercados?

Claro, esos tratados son muy “equitativos”: permiten por igual que las empresas de telecomunicaciones de Estados Unidos entren a competir aqu�, y a las empresas costarricenses hacer lo mismo all�.

Ya lo confirm� don �scar Arias: el tratado es intocable aun en esta fase de discusi�n. D�monos cuenta de todo lo que entregamos por una incierta aventura defendida casi solo por los empresarios m�s ricos del pa�s.

La mayor�a de los diputados que piden su aprobaci�n ni siquiera han le�do la introducci�n.

Solo el pueblo de Costa Rica, en un acto de car�cter fundacional, puede comprometer el destino de la naci�n de esta manera. “Sepamos ser libres…”. �De pie, Costa Rica! �No al TLC!

(La Naci�n)

Columnista huésped | 13 de Abril 2006

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