El 24 de diciembre llegu� cansada a la casa luego de varias semanas de trabajo agotador, el �nimo apenas me alcanz� para preparar una cena sencilla para compartir con mi familia y a la ma�ana siguiente un tamal nos esperar�a para el desayuno con caf� reci�n chorreado y los hijos encontrar�an unos regalitos al pie del �rbol de cipr�s natural que sembramos hace dos a�os y por supuesto no lo cortamos.
Mientras preparaba la cena, en la tele pasaban la �Misa del Gallo� en el Vaticano, donde los Cardenales y el Papa luc�an sotanas de colores blanco con dorado, portaban crucifijos de oro, anillos con piedras preciosas, b�culos adornados y finamente trabajados en un templo de bell�sima arquitectura aunque con algunos detalles y columnas que romp�an la armon�a del conjunto, pero que carecen de importancia. (ver im�genes: www.elmundo.es/elmundo/2005/12/25/sociedad/1135498349.html)
En determinado momento escucho cuando el nuevo Papa Benedicto XVI pidi� por la paz mundial, lo que de inmediato me hizo detener mi labor para ponerle atenci�n. Sin embargo, al final de la misa hicieron un llamado para que en lugar de una fiesta consumista, la Navidad se celebrara con austeridad y frugalidad.
Ese llamado me caus� enorme indignaci�n y me llev� a pensar: �C�mo pueden celebrar el nacimiento de un ni�o pobre, que al nacer debi� ser colocado en un pesebre, sin otro calor que el humano y de los animales del establo y trastocar la celebraci�n con tanta ostentaci�n?
Pero lo peor es que encima se haga un llamado a la frugalidad al resto de los habitantes del planeta, muchos de los cuales viven en la miseria, mientras ellos, los representantes de ese ni�o pobre reci�n nacido, hacen todo lo contrario. �Con qu� autoridad moral pueden pedir limosna para los pobres y necesitados y gastarla en espect�culos como esa misa?
Es en esos momentos, tomo prestadas para compartir las palabras de mi buena amiga Sol Fern�ndez: �”La espiritualidad nos brinda mucho que escoger, siempre conlleva una conexi�n. Practicar la espiritualidad significa vivir lo positivo y creativo. Los l�deres espirituales nos traen un mensaje de unidad e inclusi�n. Somos trasformados en los momentos en que vivimos la verdad de nuestra espiritualidad�.
Y es que mientras el fanatismo religioso ha causado estragos a nivel mundial, nunca hemos escuchado expresiones como �fanatismo espiritual� porque la misma esencia de la espiritualidad no da lugar a fanatismos. S�lo hay espacio para la tolerancia, la fraternidad, el entendimiento, la compasi�n y tantos valores contrarios al fanatismo y que son los mismos que dieron origen a las religiones pero que se fueron perdiendo entre ritos, ambici�n, codicia y poder. Con lo anterior, no quiero ofender a nadie, polemizar o atacar a la Iglesia Cat�lica, porque existen sacerdotes como Pedro Casald�liga (ver m�s sobre su vida en: www.ocasha-ccs.org/docpdf/pc.pdf) El predic� con el ejemplo, fue un activista y pacifista extraordinario que entreg� su vida al servicio de los m�s pobres en Brasil y por ello fue perseguido y amenazado, pero se mantuvo fiel a los principios verdaderos de su iglesia.
A �l, s� le creo y lo sigo. A los del Vaticano, �No! �Y usted qu� opina?
Flora Fernández | 15 de Enero 2006
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