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Disfrutando la frugalidad

Flora Fernández | 3 de Noviembre 2005

Ser pobre no es una verg�enza, la verg�enza es que exista opulencia y avaricia mientras la miseria crece en forma alarmante.

Enfermarse no es terrible, lo terrible es no disponer de los medios necesarios para poder curarse y los hospitales cada d�a disponen de menos recursos mientras unos cuantos saquearon la CCSS. Todav�a tenemos fresco en la memoria el caso Fischel-Caja y el incendio en el Hospital Calder�n Guardia.

La falta de educaci�n no es irremediable, lo que es irremediable es la brecha que se abre ante la falta de oportunidades que rezagan a quienes no tienen acceso a la educaci�n.

Un trabajo sencillo no es degradante, lo que degrada es que el sueldo sea tan bajo que no alcance para nada y la jornada tan extensa que deje al trabajador extenuado.

Carecer de vivienda propia no es una calamidad, la calamidad es no tener ni siquiera para alquilar una vivienda pobre y tener que desplazarse a un precario.

Y es que con la ca�da del muro de Berl�n, como emblema de la ca�da del comunismo, cay� tambi�n el Estado Benefactor o Estado Social de Derecho alrededor del mundo, no nos dimos cuenta y quiz�s hasta nos regocijamos un poco y cre�mos que hab�a raz�n de celebrar la ampliaci�n del mundo libre, al ver el gran fest�n del capitalismo.

No quisimos darnos cuenta que las causas que originaron el comunismo segu�an vigentes. El comunismo se percat� del problema, pero no ofreci� la soluci�n correcta. Quedaron imp�vidas: la pobreza sentada al lado de la falta de educaci�n, de salud, de vivienda y de oportunidades, esperando en el and�n la llegada de un tren que les lleve a un mundo compasivo y generoso� pero ese tren parece no existir.

Vivimos en un mundo donde el acaparamiento de la riqueza y de los medios de producci�n, marginan en forma apabullante a quienes no tienen ni siquiera lo necesario para vivir. Donde en un mismo pa�s, unos pocos tienen tanto, �que sus desperdicios alcanzar�an para que varias familias vivieran de ellos!

Dec�a Ghandi: -�Necesitamos vivir simplemente, para que otros puedan simplemente vivir� y agregaba en ese mismo sentido �Gran Breta�a necesit� apropiarse de la mitad de los recursos del planeta para alcanzar su prosperidad actual, �Cu�ntos planetas necesitar�a un pa�s como la India?�

Esos pensamientos que invitan a la frugalidad que caracterizaron a ese peque�o gran hombre, nos deben hacer reflexionar sobre la importancia de dejar de dar valor a lo material y buscar m�s lo espiritual.

Disfrutar la frugalidad m�s que la abundancia y el consumismo. Ser m�s humanos y menos materialistas, porque el exceso de bienes materiales nos distrae y degrada el verdadero bienestar.

Sigue siendo cierto que poseer demasiado, nos obliga a cuidar en exceso las cosas y sacrificar lo que es verdaderamente valioso e irremplazable, el tiempo: para estar con la familia y los amigos, para caminar descalzos por el zacate o la arena, para ver atardeceres o las figuras que hacen las nubes en el cielo con nuestros ni�os, a contemplar la lluvia� y tantos placeres gratuitos. Afortunadamente al morir todos los bienes materiales se quedan en la tierra

Entonces �para qu� los cuidamos tanto? �de que nos servir� en el cementerio haber sido la persona m�s rica?

Flora Fernández | 3 de Noviembre 2005

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