Siempre me he quejado, y digo que con raz�n, de que las dos extremas pol�tico-filos�ficas: la izquierda y la derecha, el comunismo y el neo-liberalismo, han fracasado porque, desconociendo que sus distintos grados de desarrollo hacen vivir a las sociedades en diferentes espacios-tiempos hist�ricos, de manera que cada sociedad deba buscar sus propias soluciones, se empe�an en afirmar que sus libros sagrados contienen las recetas universales o pomadas canarias que han de desarrollar, civilizar, democratizar y salvar simult�neamente a toda la humanidad, o al menos a aquella parte de la humanidad que las siga o se vea obligada a seguirlas.
Los comunistas, sosteniendo que las tesis expuestas por Marx en El Capital y modificadas por Lenin para ser aplicadas a Rusia, deb�an ser aplicadas en todo el mundo.
Los neo-liberales afirmando que en las ideas enunciadas en La Riqueza de las Naciones de Adam Smith, seg�n han sido aplicadas por el capitalismo industrial principalmente anglosaj�n, est� el secreto para el progreso simult�neo de todas las sociedades del mundo.
La piedra filosofal del comunismo fracas� brutalmente y se produjo el colapso de 1989. La piedra filosofal del capitalismo, (aunque hubiese fracasado brutalmente en 1929), se repuso, y los pa�ses industriales siguen disfrutando de ella, mientras que a los no industriales simplemente les recetan que se conviertan en clientes y protegidos suyos, y que les preparen oficinistas.
Costa Rica se ha resistido, pero la presi�n sigue en aumento.
Sin embargo, no era de eso que me propon�a hablarles hoy, sino de todo lo contrario. De un hallazgo que he hecho. De que he descubierto una f�rmula infalible para sacar a Costa Rica del estado en que se halla y ponerla nuevamente en el camino que hab�a tomado desde los tiempos de don Cleto y don Ricardo, y que tantas ventajas le trajo.
Pareci�ndome un poco a los extremistas, me atrevo a creer que mi formula podr�a ser aplicable a muchas sociedades, no solo a la nuestra. Por ahora la propongo exclusivamente para Costa Rica, pero una vez que Costa Rica la haya aplicado, vendr�n otras sociedades a seguirla.
Lo que Costa Rica necesita es una ley. Una sola ley. Una �nica ley. Y una Asamblea Legislativa que la dicte, con lo cual nuestro pa�s se habr� salvado.
Paso a copiar el texto de la ley que propongo.
�La Asamblea Legislativa de la Rep�blica de Costa Rica decreta: Articulo Unico. Der�gase, sin excepciones de ninguna clase, absolutamente toda la legislaci�n vigente en este pa�s.- Rige desde su publicaci�n�.
(La Rep�blica)
Alberto F. Cañas | 10 de Septiembre 2005
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