Recientemente se han publicado los resultados de una encuesta, seg�n los cuales un alto porcentaje de los encuestados apoya el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos.
He de suponer, pues se trata de algo cajonero, que la pregunta que se les formul� fue: ��Apoya usted el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos?�
Lo que no me queda claro, y palabra de honor que me gustar�a saberlo, es si, antes de soltar esa pregunta, los encuestadores formulaban otra: ��Conoce usted bien el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos?�.
Porque la verdad es que el famoso documento es tan largo y complicado, que, hasta donde mi conocimiento alcanza, muy poca gente lo conoce a fondo u opina sobre �l conoci�ndolo aunque no sea a fondo.
Y eso me conduce a creer, con perd�n de ustedes, que una estimable cantidad de los que contestaron que el tratado les parece bueno, lo hicieron porque los ha convencido la taladrante propaganda que le hacen en campos pagados, pagados no se sabe por qui�n. Sobre todo, habida cuenta de que quienes lo adversan ni pagan campos ni tienen con qu� pagarlos.
Esto me lleva a recordar que cuando se discut�a en la Asamblea Legislativa lo referente al refer�ndum, esta columna expres� sus fuertes dudas sobre la sabidur�a de lo que estaban haciendo los diputados, y reflexion� sobre la posibilidad de que el refer�ndum, en un buen n�mero de casos lo ganar�a la tesis que tuviese m�s fondos para hacerse propaganda.
Ahora un n�mero de diputados est� pidiendo al Presidente Pacheco que se desdiga y env�e el tratado a la Asamblea aunque la tramitaci�n del plan fiscal no haya terminado ni los notables que nombr� hayan emitido su dictamen. No s� si estos diputados ser�n tan ilusos como para imaginarse que, con la discusi�n del presupuesto nacional en la puerta, podr�an ellos, entre diciembre y abril y con la lentitud de entierro de rico que los ha caracterizado, tramitar el TLC y dejar resuelto el asunto.
A m� se me hace (tal vez porque me jacto de medio conocer la historia patria), que la resoluci�n sobre el tratado la tomar� la pr�xima Asamblea Legislativa, la que elegiremos en febrero, la que se inaugurar� en mayo. Lo dem�s es, como dicen los ingleses, wishful thinking.
La expresi�n wishful thinking la habr�a traducido al espa�ol hace algunos a�os. Ahora no. Diputado que no le entienda, se�al dar� de que no habla ingl�s, de que no ha entendido los ampl�simos alcances de la globalizaci�n y por lo tanto (seg�n criterios prevalecientes en ciertos c�rculos altamente patriotas) no merece ser diputado, sino pasar a residir en Guant�namo.
(La Rep�blica)
Alberto F. Cañas | 31 de Agosto 2005
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