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Chisporroteos

Alberto F. Cañas | 1 de Junio 2005

El se�or Franklin Carvajal, a quien no tengo el honor de conocer, me hace ayer la merced de ponerme en entredicho sobre cosas que dije la semana pasada, concretamente, que la rapidez s�bita con que los partiditos unipersonales est�n logrando inscribirse, me recuerda lo que hizo Daniel Oduber en 1973 para dividir a la oposici�n, maniobra que fue del dominio p�blico y comentada por todo el mundo, y que �l alguna vez me relat� con pelos y se�ales y, agrego ahora, ri�ndose y felicit�ndose.

El se�or Carvajal me pone a decir lo que no he dicho, haciendo una confusi�n, he de creer que involuntaria, entre el adjetivo castellano �evidente� y el sentido anglicado del sustantivo �evidencia�. Dije que �me es evidente� que algo est� sucediendo. Y �l me pide que deposite en una comisi�n legislativa plat�nica e in�til mis �evidencias�.

Cuando dije (y lo repito ahora, por si acaso) que algo �me es evidente� (el �nfasis est� en la part�cula �me�), lo hice atenido al significado que el uso corriente y el diccionario de la Real Academia dan a ese adjetivo, y que copio para ilustraci�n y beneficio de don Franklin: �cierto, claro, patente y sin la menor duda�. Lo que dije la semana pasada es, a mis ojos, cierto, claro, patente y sin la menor duda. Alguien est� ayudando a que los partiditos se inscriban.

El se�or Carvajal habla de mis �evidencias�, y eso es otra cosa, aunque las dos palabras provengan de la misma ra�z latina. �l emplea la palabra evidencia, no como �certeza clara y manifiesta de la que no se puede dudar�, que es la definici�n b�sica del diccionario, sino en un sentido anglicado de prueba judicial. Lo que en ingl�s llaman evidence, en espa�ol se llama prueba. Y aunque �ltimamente las Academias de la Lengua han aceptado esa acepci�n (como segunda, no como primera, y circunscrita al lenguaje del derecho), normalmente todos (no s� si don Franklin Carvajal) preferimos seguir diciendo prueba, que tiene raigambre castellana, y empleando evidencia en su concepci�n cl�sica y tradicional, la que encabeza la definici�n del diccionario.

As�, al decir que una cosa ME es evidente, dije que estoy convencido de que est� sucediendo como lo dije. Y que detr�s de la s�bita facilidad con que se est�n inscribiendo los partiditos, hay alguien o algo� que a m� se me parece mucho a lo que Daniel Oduber hizo aquella vez. Nadie est� delinquiendo; simplemente alguien est� maniobrando para dividir la oposici�n al sistema corrupto que soportamos desde hace casi veinte a�os. Que lo crea el que quiera creerlo. Y el que no lo crea, que con su pan se lo coma. Repito: no tengo �evidencias� en el sentido jur�dico y anglicado de �pruebas determinantes en un proceso�, pero s� en el de �certezas claras y manifiestas� de las que no dudo. La misma certeza, agrego para lo que pueda ser �til, que tengo sobre qui�n o qu� estuvo detr�s del espect�culo calculado que le montaron a don Alex Sol�s (contralor de quita y pon) con finalidades pol�ticas (�c�mo decirlo sin que don Franklin Carvajal se alarme, se asuste o me increpe?)evidentes.

Alberto F. Cañas | 1 de Junio 2005

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